NUEVA YORK._ Sesenta y nueve años después que el niño afroamericano George Stinney de 14 años de edad, fuera ejecutado en Carolina del Sur por los asesinatos de dos niñas, familiares y partidarios de éste, buscan ahora que la corte reabra el caso y se haga un nuevo juicio, en el que aseguran, demostrarán su inocencia.
Sería la primera vez en la historia de la justicia norteamericana que se reabra un caso a un muerto.
Los partidarios del ejecutado, alegan ahora que el niño confesó los crímenes de manera "inestable" y en una sociedad de entonces caracterizada por la segregación y la discriminación racial.
Stinney, fue acusado de matar a las niñas de 11 y 7 años en el condado de Clarendon (carolina del Sur) y es hasta ahora, el reo más joven condenado a la pena de muerte en los Estados Unidos.
Las niñas, fueron vistas por última vez, buscando flores silvestres de las llamadas "maypops" (flores de mayo) en el lado blanco de la comunidad Alcolu, donde vivía el ejecutado con sus padres y hermanos.
Después que los cadáveres de las víctimas, fueron hallados en una zanja llena de agua y con las cabezas golpeadas con un objeto contundente, las autoridades acusaron al niño Stinney al que arrestaron.
El padre del ejecutado, que vivía en una casa cedida por la compañía en la que trabajaba, fue obligado a abandonar el hogar y los blancos, habían preparado una turba que intentó linchar al muchacho acusado en la cárcel.
El caso Stinney le dio la vuelta al mundo.
La insólita petición tendrá un camino cuesta arriba, porque el juez puede negarse a reabrir el caso y a no escuchar a nadie, ya que el castigo fue ejecutado.
Carolina del Sur también tiene reglas muy estrictas para reabrir juicios en los que se aportarían nuevas evidencias en procesos que ya se han completado.
El profesor Kenneth Gaines, profesor de leyes en la Universidad de Carolina del Sur, argumentó que en los casos en los que se suministra información que fue imposible de tener a mano, antes de un juicio, los resultados podrían cambiar, pero cree que la reapertura de un juicio en el caso del niño ejecutado, "es una posibilidad muy remota".
El catedrático añadió que de todos modos, admira al abogado que lo intente. Señaló que no tiene información respecto a ningún caso de presos que han sido ejecutados en Carolina del Sur y a cuyos muertos, se les hayan reabierto los procesos.
La solicitud, está siendo vista como simbólica, pero los que invocan la inocencia del niño Stinney, quieren que sea exonerado de la culpabilidad.
El caso confrontó conflictos en el sistema judicial de Estados Unidos por sus componentes de edad y raza. Fue el primer menor en los últimos 100 años condenado a la pena letal.
Fue electrocutado en la silla eléctrica, sólo 84 días después de ser declarado culpable de los asesinatos de las niñas en marzo de 1944.
La petición para un nuevo juicio, incluye declaraciones juradas de los hermanos del ejecutado, quienes sostienen que Stinney estaba con ellos todo el día en la fecha en que se cometieron los homicidios.
Otro de los cuestionamientos es que el juicio sólo duró un día y las notas tomadas durante la causa, han desaparecido de los archivos de los fiscales. Sólo unas pocas páginas de apuntes crípticos redactados a mano, existen en los archivos.
George Frierson, miembro de la Junta Escolar de Columbia en Carolina del Sur, cuestiona el porqué fue ejecutado el niño y sostiene que el estado, no puede justificar su muerte en la silla eléctrica.
Frierson, creció en el mismo pueblo que el ejecutado, escuchó la historia, comenzó a investigar el caso y decidió hace seis años, trabajar para la reapertura del juicio y la exoneración del sentenciado.
La Oficina del Procurador General del Estado de Carolina del Sur, dijo que sus abogados no han recibido ninguna petición y es probable que examinen la solitud, antes que la vea un juez.
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