Si usted es adulto, seguro recordará cuántas cosas locas hizo en su adolescencia sin miedo a nada, como por ejemplo subirse a cualquier árbol, volarse una reja, cruzar un río hondo o peligroso, tirarle piedras a un panal de avispas, pensando que nada malo podía pasarle. Y ahora, puede pensar que en ese momento de su vida perdió el juicio, o puede recordarlo como anécdotas para reírse con sus amigos y familiares. Déjeme decirle que todas esas locuras que hizo cuando muchacho son normales.
Permítame decirle otra cosa, si es que ya no lo sabe: está comprobado científicamente a través de pruebas de imagenología, que el cerebro adolescente todavía está en desarrollo. Mientras el adulto utiliza el lóbulo frontal que maneja la planeación, el razonamiento, el juicio y el control de impulsos, el menor utiliza la amígdala cerebral, localizada en lo profundo del lóbulo temporal, que opera las reacciones emocionales e instintivas. Esto hace al menor tomar decisiones impulsivas, poco sensatas, sin miedos, y sin tomar en cuenta ninguna consecuencia.
Después de los resultados de este estudio, dirigido por Laurence Steinberg y Elizabeth Scott en el año 2005, la Suprema Corte de los Estados Unidos dictaminó que la pena de muerte era inconstitucional para un asesino convicto menor de 17 años.
Invitamos a los legisladores y al Poder Ejecutivo a repensar la decisión de aumentar las penas a los adolescentes dominicanos, y que en vez de acrecentar el castigo a los delitos, resolvamos lo que causa estos crímenes, que muchas veces son originados por el hacinamiento y pobreza en la que viven nuestros jóvenes y por adultos que se cubren detrás de ellos.
Permítame decirle otra cosa, si es que ya no lo sabe: está comprobado científicamente a través de pruebas de imagenología, que el cerebro adolescente todavía está en desarrollo. Mientras el adulto utiliza el lóbulo frontal que maneja la planeación, el razonamiento, el juicio y el control de impulsos, el menor utiliza la amígdala cerebral, localizada en lo profundo del lóbulo temporal, que opera las reacciones emocionales e instintivas. Esto hace al menor tomar decisiones impulsivas, poco sensatas, sin miedos, y sin tomar en cuenta ninguna consecuencia.
Después de los resultados de este estudio, dirigido por Laurence Steinberg y Elizabeth Scott en el año 2005, la Suprema Corte de los Estados Unidos dictaminó que la pena de muerte era inconstitucional para un asesino convicto menor de 17 años.
Invitamos a los legisladores y al Poder Ejecutivo a repensar la decisión de aumentar las penas a los adolescentes dominicanos, y que en vez de acrecentar el castigo a los delitos, resolvamos lo que causa estos crímenes, que muchas veces son originados por el hacinamiento y pobreza en la que viven nuestros jóvenes y por adultos que se cubren detrás de ellos.
0 comentarios:
Publicar un comentario