Viajar con niños puede ser una experiencia fantástica en familia o convertirse en una pesadilla si no nos organizamos bien, ya que a las necesidades de los más pequeños de la casa hay que sumar también el incremento en el coste de las vacaciones, que puede dispararse si no lo planificamos con antelación. Ahora que las vacaciones están a la vuelta de la esquina para muchos, es momento de buscar alternativas que nos permitan disfrutar de unos merecidos días de descanso sin que nuestra economía se resienta durante todo el año. Aunque a veces pueda parecer lo contrario, no es un objetivo imposible, basta con seguir unos sencillos trucos para rentabilizar al máximo nuestro presupuesto. A continuación os ofrecemos cinco prácticos consejos para ahorrar durante las vacaciones, sin perder por ello ni un ápice de comodidad o diversión:
1) Museos Gratis: la mayoría de los museos ofrecen la posibilidad de visitar sus salas de forma gratuita al menos un día al mes. En Madrid, el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemizsa o el Reina Sofía disponen de horarios en los que no hay que pagar para entrar y, en Barcelona, el Museo Picasso, el MNAC o el Museu d’Història también disponen de este servicio que, en muchos casos, se puede disfrutar el primer domingo de cada mes. Si viajas a Europa, el Louvre, por ejemplo, ofrece esta posibilidad de forma mensual, mientras que entrar en el British Museum de Londres es gratuito siempre y garantiza una interesante visita para grandes y pequeños.
2) Optar por un apartamento o una casa de vacaciones en lugar de un hotel: es la mejor solución para ahorrar sin perder comodidad. Alquilar una casa o apartamento permite reducir el coste de la estancia y ganar espacio y libertad para los más pequeños. Algunas webs y portales, como Migoa.com muestran una amplísima oferta de alquileres en toda Europa, con precios que en la mayoría de los casos rebajan en mucho el coste del hotel. Por ejemplo, en Barcelona el coste medio de una noche de hotel es de 130 euros (según datos de The Hotel Price Index, un informe periódico, elaborado por el portal Hotels.com, que recoge los precios de los hoteles de las principales ciudades del mundo). En cambio, alojarse en un piso para 4 personas cuesta alrededor de 180 euros por noche, según cifras de Migoa.com, lo que supone un ahorro de 80 euros por día o, lo que es lo mismo, economizar hasta un 45% en nuestro presupuesto para alojamiento. Además, los apartamentos o casas de vacaciones permiten ahorrar al prepararnos nuestra propia comida y ofrecen una libertad de horarios que difícilmente podría conseguirse en un complejo hotelero.
3) Optar por un alojamiento con cocina: Se calcula que las comidas y las bebidas pueden encarecer el coste de las vacaciones hasta en un 60% si no se calculan bien. Es por ello que una buena medida de ahorro es buscar un alojamiento con cocina, lo que permite reducir el coste de la alimentación al comprar y cocinar nosotros mismos los productos. Si viajas con amigos, el alquiler de un apartamento o casa con cocina es también la opción ideal, ya que permite compartir los gastos.
4) Elegir un alojamiento que esté bien situado: buscar un apartamento o casa con una buena comunicación es básico para reducir el coste del transporte, otra de las partidas que suelen encarecer las vacaciones familiares. Si optamos por un destino de costero, por ejemplo, conviene que nuestro alojamiento esté cerca de la playa, para que podamos acceder a ella caminando o sin realizar grandes desplazamientos. En
cambio, si buscamos descanso, relax y naturaleza, hay que optar por un enclave que nos garantice tranquilidad y bellos paisajes. En este sentido, la mayoría de webs de alquileres, como Migoa.com ofrecen información sobre la situación de cada alojamiento para que podamos escoger el que más nos conviene en función de nuestros intereses.
5) Controlar los gastos: los niños (y los no tan niños) suelen ser caprichosos cuando se viaja: recuerdos, detalles para los amigos... suelen volver como polizones en nuestra maleta. Es por ello que resulta interesante controlar los gastos cuando se viaja. Una buena medida es evitar las zonas de souvenirs para turistas, donde los precios se han hinchado para aprovechar el tirón del verano. A menudo es posible comprar los mismos productos por un precio inferior en zonas menos turísticas o en mercadillos e, incluso, en supermercados, si tenemos previsto llevarnos licores, dulces o productos típicos de la zona. De la misma manera, si queremos refrescarnos durante la jornada turística nos resultará más económico abastecernos de agua o refrescos en los supermercados que en el minibar del hotel o en los bares de las zonas más típicas
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